Las herramientas del técnico en comunicación multimedia
(ACTUALIZADO 2018) Seguramente en este tema -el de las herramientas de trabajo- habrá opiniones para todo, pero yo os voy a recomendar lo que realmente hace falta según mi experiencia (más de 15 años en medios diversos) a la hora de trabajar en edición gráfica y diseño multimedia. Comentaremos tanto a nivel de software como de hardware (equipo y programas mínimos imprescindibles). Como veremos, tampoco hace falta tener un “computador de la NASA” ni mucho menos, aunque siempre será recomendable disponer de una máquina actualizada para que funcionen bien las últimas versiones de los programas, cada día más pesadas y con mayores requerimientos.
Para empezar, quiero anotar que este artículo ha sido revisado y está actualizado a fecha de 2018. A continuación, tratemos el tema del hardware. Hace falta un equipo moderno, por supuesto, pero nótese que esto no significa que necesitemos lo último de lo último en multi-procesadores y capacidad de memoria RAM, por mucho que se empeñen los de Adobe (y los fabricantes de equipos). Sencillamente, hará falta una máquina capaz de cargar a la vez tres o cuatro aplicaciones gráficas (que tampoco es poco). Cuanto más avanzadas sean las versiones de dichos programas, más potente deberá ser forzosamente nuestro equipo, para poder funcionar con fluidez. Más adelante hablaremos sobre esto de las versiones de los programas, y si realmente hace falta tener la más reciente de todas (en mi opinión generalmente no).
Además de lo avanzadas que sean las versiones de nuestro software, también habrá que tener en cuenta el tamaño de los archivos con los que vayamos a trabajar. Es el segundo factor a calibrar. Por ejemplo, no tiene nada que ver un diseñador web, que trabaja con imágenes muy pequeñas (cuanto más ligeras mejor, así carga antes la página), con un editor gráfico que maneje inmensas fotografías de cientos de megas. ¡Y con los vídeos más todavía! Son lo más pesado. Así pues, para procesar grandes archivos hará falta mucha RAM y procesadores potentes. Con archivos de tamaño medio o pequeño... pues sencillamente no.
Si nos preguntamos por el equipo mínimo imprescindible (el más básico que podemos utilizar en definitiva), creo que será ilustrativo si cuento que yo he trabajado perfectamente con uno con las siguientes características:
- Intel® Core™2 T5500.
- 1.66 GHz.
- 1 GB de RAM.
- Tarjeta Nvidia GeForce® Go 7600 256 MB.
Y sí... era un portátil. Con una memoria RAM y velocidad de procesador muy limitada, hasta el punto de que muy a duras penas podía soportar un sistema operativo superior al extinto Windows XP. Pues bien, se podía trabajar gráficamente con él, lo comprobé durante meses y meses, incluso usando 3D Studio Max (versión 2009) -teniendo una buena dosis de paciencia, por supuesto-.
Tener una tarjeta gráfica "buena", sólo será imprescindible si vamos a diseñar o animar elementos en 3D, en caso contrario sólo es recomendable. En mi opinión y según mi experiencia es así.
Esto no quita que para el profesional de la animación que trabaje con 3D Studio Max –o equivalente- será sin duda muy necesaria la mejor tarjeta gráfica posible, así como un equipo con mínimo 4 GB de RAM y 4 procesadores, para reducir el enorme tiempo que requiere el proceso de renderización.
Esta animación de infoarquitectura la he renderizado en gran parte con el portátil que os comento. Eso sí, ha tardado más de 3 días... De ahí la importancia de multiplicar la RAM y los procesadores para el trabajo en 3D.
Para el resto de aplicaciones gráficas, encuentro muy recomendable la suite Adobe CS3 completa, que no es precisamente lo último en software multimedia, pero para mí sin duda la mejor versión en relación requerimientos/cosas que nos ofrece para trabajar. La tarjeta gráfica de calidad sólo será necesaria en dicha versión para algunas cosas muy específicas (concretamente se habla de algunas funciones de Adobe Bridge que a mí nunca me han hecho falta para nada).
Todo esto no quita que una buena tarjeta, un buen procesador y bastante memoria RAM (al menos 2 GB, de ahí para arriba) sean muy recomendables. Sobre todo las dos últimas cosas, pues la tarjeta es menos importante, tal y como hemos comentado. En realidad, aparte de para el tema de los renderizados, las tarjetas gráficas son necesarias sobre todo para jugar a videojuegos. En el trabajo de diseño gráfico, desarrollo web, post-producción/edición de vídeo y demás se usan bastante poco.
En honor a la verdad, he de decir que con el portátil que os he puesto antes los tiempos de carga para cualquier programa de la suite CS4 eran bastante insostenibles. No hablemos ya de CS5... Sin embargo las versiones CS3 iban razonablemente bien, y esa máquina sólo tenía 1 GB de RAM. No pasa nada, pues como comento la versión CS3 tiene prácticamente todo lo necesario (aunque admito que para usar mockups y plantillas con funciones avanzadas, así como para trabajar con elementos 3D, es imprescindible una versión superior, siendo bastante recomendable disponer de Adobe CC en la versión actual de la suite, que lo trae todo).
En definitiva, para cerrar este tema de la memoria RAM y velocidad del procesador, puedo decir con bastante seguridad que, hoy por hoy, si no queremos tener problemas con los archivos muy grandes, lo más recomendable es tener mínimo 4GB de RAM, y mejor si tenemos 8 o más (el procesado de archivos grandes será más rápido y fiable). El procesador, mínimo que sea dual, y de unos 2GHz para arriba. Tampoco pasa gran cosa si no llega a los 2GHz, pero desde luego mejor si los tiene (y si tiene 3 mejor todavía).
No podemos olvidarnos tampoco de disponer de un monitor en condiciones y sobre todo bastante espacio en el disco duro (mínimo 50-100 GB y de ahí para arriba, e incluso mucho más en el caso de la edición de vídeo y las animaciones 3D). Esto del espacio en el disco duro también es particularmente importante. Es recomendable además dedicar una partición completa del disco sólo a Photoshop.
Existe una opción bastante interesante en el tema de los equipos, que son los ordenadores “Todo en uno”. Se caracterizan por tenerlo todo incorporado al monitor (así pues no tienen torre), pero a diferencia de los portátiles cuentan con pantallas de sobremesa de gran tamaño. Así pues aptas para el trabajo de diseño, que requiere de grandes monitores de buena calidad por muchas razones (correcto calibrado de los colores, trabajar con elementos a tamaño real, utilizar varias ventanas al mismo tiempo, etc). De hecho, son una opción tremendamente habitual entre los diseñadores profesionales, existiendo elegantes modelos fabricados por las principales marcas (Apple, etc). Como digo, la peculiaridad principal de estos equipos es que constan solo de monitor, teclado y ratón, siempre con un diseño de líneas muy atractivas. A diferencia de los ordenadores clónicos convencionales -montados con piezas “a la carta” en las tiendas-, estos equipos vienen ya ensamblados y listos para usar, con sistema operativo e incluso software gráfico incluido.
Así pues una opción cómoda a tener en cuenta, parecida a un portátil pero más enfocada al diseño y la creatividad profesional. Pero yendo a las características técnicas de estas máquinas –lo cual es sin duda el elemento más importante en que debemos fijarnos siempre, más que en el aspecto exterior por muy bonito que sea-, vemos que hay desde equipos muy potentes a otros más de tipo “de oficina”, con menos memoria y velocidad de procesador por tanto. Así pues en esto son igual que los equipos de sobremesa convencionales clónicos. En realidad encuentro que no son para nada caros, así pues si nuestro ordenador es antiguo haremos bien en pensar en renovarlo. Los procesadores suelen ir actualmente -más o menos- desde los 2.16 GHz hasta los 3.50 GHz con 4 núcleos (un auténtico “avión”). En cuanto a la RAM, partimos de los 4 GB en los modelos más modestos, hasta nada menos que los 32 GB en los más avanzados.
¿PC o Mac?
La eterna pregunta... Bien, en mi opinión, por supuesto no hace falta un Mac para diseñar. No es algo imprescindible, ni siquiera mejor, por mucho que dicha marca haya conseguido establecer dicha opinión entre muchos profesionales (un gran éxito de marketing por su parte). Por supuesto se trata de buenos equipos, con los que se trabaja bien, pero lo cierto y verdad es que con un PC se puede hacer exactamente lo mismo que con un Mac. Es, digamos, indiferente usar una opción u otra. Así pues lo que de verdad hemos de mirar a la hora de adquirir un equipo son otros parámetros, como la potencia del equipo y su memoria, sobre todo. En este sentido, recomiendo echar un vistazo al artículo Equipos para diseñar: comparativas. Todo este tema está bastante bien explicado.
El software mínimo imprescindible.
En cuanto al software que vamos a necesitar para trabajar los diferentes formatos multimedia (textos, imágenes "normales" y en vectores, vídeos, sonido, páginas web, contenidos animados y/o interactivos…), como digo con la potente suite de Adobe tenemos más que suficiente. Si la versión CS3 es demasiado pesada para nuestro equipo podemos usar CS2 y hasta anteriores. Cualquiera de ellas tiene todo lo necesario (aunque haremos bien en ir pensando en renovar nuestro equipo, a fin de cuentas tampoco es tan caro).
Esto es así porque, como ya es de sobra conocido, en el año 2005 Adobe compró a uno de sus principales competidores: Macromedia. Esta empresa era la desarrolladora del históricamente importantísimo Freehand, un programa que fue el número uno en el trabajo vectorial -e incluso en maquetación- durante muchos años, así como de los también fundamentales Flash y Dreamweaver. Ahora Freehand, con el que se han formado y trabajado generaciones enteras de diseñadores gráficos, está llamado a la desaparición, pues Adobe sólo incluye ya en sus suites Illustrator e InDesign. En realidad Freehand aún puede usarse y es un completísimo -y complejísimo, muy poco intuitivo- programa de diseño vectorial. En cuanto a Flash y a Dreamweaver continúan siendo fundamentales y Adobe los incluye en sus suites creativas (CS, CC, etc).
Por tanto, en el grupo de principales programas de edición gráfica sólo quedan fuera de Adobe los Corel (cada vez menos utilizados, aunque con cierto predicamento todavía entre arquitectos, aparejadores, delineantes, ingenieros y similares). Tampoco podemos perder de vista aún el viejo y sencillo -pero útil- programa de maquetación Quark X Press. Bueno, y una amplia variedad de software libre (tema que daría para otro artículo).
Así pues, según mi experiencia yo recomendaría el siguiente software (en la versión que mejor case con nuestro equipo, siendo recomendable disponer de varias versiones, una antigua y ligera junto a otra moderna con todos los avances):
- Edición de fotografías e imágenes convencionales (mapa de bits): Adobe Photoshop.
- Diseño vectorial: Adobe Illustrator.
- Maquetación: Quark X Press y Adobe InDesign.
- Edición de sonido: Adobe Soundbooth (aunque para edición de audio sin duda existirán una gran cantidad de programas e incluso gratuitos, la verdad es que no es mi especialidad).
- Creación de DVDs interactivos: Adobe Encore (está en vías de desaparición, igual que los propios DVDs, pues ya todos trabajamos con pendrives o directamente en la nube, de hecho la última versión es CS6 y no hicieron más).
- *SUITE CREATIVA COMPLETA ADOBE CC
- Diseño y animación 3D: 3D Studio Max, Cinema 4D, Maya.
- Procesador de textos: Microsoft Word, Open Office, Libre Office.
Si tenemos un buen equipo, entonces tal vez lo más recomendable sea adquirir directamente la suite creativa completa de Adobe, y dejarnos de líos. Existen buenas ofertas, sobre todo para estudiantes, profesores y similares.
Finalmente, también es muy pero que muy recomendable, Adobe Acrobat (con Distiller), que nos permitirá imprimir en formato de archivo PDF, una característica extraordinariamente útil (para ver algunas de las posibilidades de la impresión en PDF consultar este otro artículo). Muchos programas traen ya la posibilidad de exportar en formato PDF, pero tener una impresora virtual de este tipo es algo utilísimo en numerosas ocasiones.
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